Diseño

Laura Peláez, entre las sombras del cómic

28 / 12 / 2020

Conversamos con Laura Peláez sobre ilustración, fanzine y comics, y de cuales han sido los desafíos para salir adelante en esta industria que da sus primeros pasos en Colombia.

Laura Peláez es comunicadora gráfica de la ciudad de Bogotá. Formada como diseñadora gráfica de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y magister en estudios culturales de la Pontificia Universidad Javeriana, su trabajo pasa por el diseño, el storytelling, el comic, el fanzine y la teoría cultural; tocando temas como la pedagogía, el feminismo, los cuentos infantiles y, recientemente, el terror. Al ser una creadora tan diversa y polifacética, es complejo definir su trabajo. Es no solo variado en temas, sino además en formatos y estilos, por lo que nos quedaríamos cortos. Así pues, esta entrevista es más una invitación a conocer a tan prolífica autora.

Entre las Sombras es una antología de terror que contiene “Historias locales y surreales, terrores cotidianos y del inframundo”, como puede leerse en su primera edición, publicada en 2017 de manera independiente. Contó con el guion de Mateo Ramírez y la participación de varios ilustradores como Boris Greiff, AKA Ficciorama. Actualmente este proyecto, que renueva su parrilla de artistas con Laura Peláez entre ellos, se encuentra en proceso de impresión con fondos adquiridos a través de autofinanciación para lanzar su segunda edición, como producción independiente.

Gracias a su participación en el proyecto y a su experiencia como diseñadora e ilustradora, Laura fue invitada a participar en la 14° Fiesta del Libro y La Cultura de Medellín, donde conocimos su trabajo y quisimos conversar con ella sobre su perspectiva como creadora y qué piensa del medio del cómic en Colombia y los retos que afronta.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Laura Peláez (@gorrion.blanco)

Cuéntanos un poco de qué trata tu trabajo como autora.

Soy diseñadora gráfica e ilustradora, y en términos generales me considero muy versátil como autora; desde el proyecto Afrodita Escucha Punk trabajo personajes de distintas características y estilos, moviéndome entre el humor satírico, la crítica social y el terror. Sin embargo, mi trabajo tiene tres ingredientes que son más bien constantes: el énfasis en el desarrollo de personajes femeninos, la exposición de posturas feministas (no solo en los diálogos o situaciones, sino en las decisiones gráficas) y la reflexividad; algo que me interesa mucho como autora es dejar preguntas abiertas al lector.

¿Cómo comenzó tu participación en Entre las sombras?

Conocí Entre las Sombras Cómic en la FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestionado), allí conocí también a Mateo Ramírez, guionista y cofundador de esta antología de cómic de terror colombiano. Por la conexión en ferias, comenzamos a conocer el trabajo e intereses de cada uno, fue cuando Mateo me invitó a colaborar en este segundo número que está próximo a salir impreso.

Participar en Entre Las Sombras ha sido muy importante para mí, no solo por el placer de ver mi trabajo impreso, sino por poder compartir un escenario con otros autores que tienen distintos estilos y visiones sobre el terror. Algo que me gusta mucho de colaborar en Entre Las Sombras, es que el terror que maneja trae implícitas (o más bien explícitas) sensibilidades con respecto a lo que significa vivir en un país como Colombia.

¿El terror es una vertiente de tu trabajo narrativo o es algo nuevo que surgió para este proyecto?

Ya había trabajado algo de terror en mi fanzine Dulces Pesadillas, donde recopilo algunos relatos gráficos de terror que parten de exploraciones y experiencias personales muy vinculadas a lo onírico. Sin embargo, es gracias a Entre Las Sombras Cómic que comienzo a interesarme más en el terror como género, y a trabajarlo ya no como algo ocasional, sino como un escenario del cual quiero aprender y estudiar tanto como creadora, como lectora.

¿Cómo ha sido el proceso de creación para Entre las sombras?

La historia en la que estoy trabajando tiene dos elementos que ya había tocado en historias propias: las pesadillas y la vegetación. Esto hace que el desarrollo sea muy atractivo para mí, eso es un factor importante del proceso. De mi parte debo decir que ha sido un proceso muy enriquecedor; además del gusto por el terror, con Mateo compartimos intereses y posturas sobre el mundo, sin que esto sea una ley, es algo que en este caso ha sido muy positivo a la hora de dialogar y compartir lecturas sobre el guion, y esto es algo en lo que quiero enfatizar; el proceso no ha sido simplemente seguir indicaciones, si bien hay unos parámetros previos que me entregaron, en la medida que hemos avanzando en la lectura e ilustración de los guiones, con Mateo hemos venido discutiendo las escenas, sobre el porqué de cada una, el qué se quiere decir y expresar, etcétera.

Este diálogo ha sido muy útil para tener claras las intenciones y el tono de la historia, así como para definir una postura frente a la historia, con Mateo nos hemos preguntado muchas veces el por qué usar el terror y la ficción para contar esta historia que bien podría estar narrada a manera de documental, hacernos esta pregunta ha sido muy importante a nivel creativo pero también a nivel político; ciertamente hay intereses estéticos detrás de esta apuesta, pero también hay posiciones éticas que hemos tratado de definir de manera conjunta.

Además, con este constante diálogo tuve más elementos para proponer alternativas en las secuencias, así como para poder traducir en imágenes aspectos que quizás no estaban contemplados en los guiones, pero que podían enriquecer la narrativa. Esto dio como resultado figuras y símbolos en el subtexto que refuerzan las intenciones de la historia, cosa que no es más sino parte de las responsabilidades como narradora visual.

No sé si esto hace parte del proceso creativo, pero quiero mencionar que este ha sido un proyecto muy demandante, por ejemplo, la línea gráfica que se me pidió no es la que trabajo normalmente, suelo tener un estilo naive pero, en este caso, el nivel de detalle tanto de los personajes como de los escenarios son bastante exigentes. Adaptarme a un estilo al que no estoy habituada ha sido algo que me ha demandado más tiempo y energía, aunque también lo he tomado como un momento de aprendizaje y una oportunidad para ser más rigurosa con mi trabajo, en este sentido la revisión de archivo y de fotografía ha sido importantísima para resolver los escenarios y las poses de los personajes.

De otro lado, quiero mencionar que ha sido un proceso muy largo, siempre estoy disculpándome con Mateo por no hacer las entregas a tiempo o en los días que había prometido, sin decir que no tenga que ver con la constancia y disciplina, algo de esta dilatación de mi parte tiene que ver con el hecho de que son proyectos que hacemos por un interés artístico y no uno económico, lastimosamente un poco al margen de las obligaciones, así es como desafortunadamente y bajo las condiciones tan inciertas que todos tenemos en las que tienes un proyecto y no sabes lo que vendrá el otro mes, muchas veces he quedado atrapada entre los trabajos pagos, el agotamiento y las obligaciones de la casa.

Háblanos un poco de tu otro proyecto, “Afrodita Escucha Punk” y cómo se relaciona con Entre las sombras

Afrodita Escucha Punk es mi pequeña editorial de fanzines. Con ella solía participar en ferias independientes como FICCO, Entreviñetas, la FLIA y otros espacios que iban surgiendo (digo solía antes de la pandemia). Con este proyecto tengo varios títulos: Sci Fi and Romance, Vibrisas, Apuntes, La Princesa Honesta y Dulces Pesadillas.

Para mí AEP, más que un proyecto editorial: es un medio que uso para conectarme con el mundo del cómic y el fanzine, para mantenerme activa y compartir con colegas. También es mi laboratorio, un espacio que uso para hacer exploraciones creativas, temáticas, para decir aquellas cosas que considero importantes y deben ser dichas o que simplemente quiero decir. En últimas, es un espacio que tengo para encontrarme y formarme como autora, de no ser por esto, posiblemente jamás me habría acercado al terror, ni a la ciencia ficción (es muy raro que en el mundo “real”, te pidan obras por encargo de estos géneros).

¿Es la primera vez que trabajas en proyectos independientes de este tipo o ya lo habías hecho antes?

Ya había trabajado antes en proyectos independientes con colegas, uno de ellos fue en Gato de Mil Tigres con Melissa Cobo, un proyecto de poesía ilustrada. Este proyecto era (o es) muy bello; duramos una temporada larga trabajando en él, pero luego las circunstancias de la vida nos hicieron parar.

He trabajado en otros tantos proyectos, pero prefiero no mencionarlos, no siempre es fácil el trabajo independiente y en equipo, muchas veces sales decepcionado porque por uno u otro motivo no se logran dar las cosas. Si bien este intentar y fallar hace parte del aprendizaje, la verdad es que nos falta mucho por aprender sobre el trabajo colaborativo y lo que significa el respeto hacia tus colegas.

En cuanto a la financiación de todo el proyecto, ¿qué tal ha sido? Además de los aportes de las personas que conocen y creen en sus trabajos ¿han recibido financiación de otras fuentes?

Entre Las Sombras es un proyecto que funciona con recursos propios y por medio del trabajo colaborativo, cada artista está invirtiendo tiempo y trabajo y cada quien tiene sus intereses para hacerlo. Ya luego sobre las ventas hay una repartición. En lo personal he aprovechado para hacer “trueques” de trabajo con Mateo, no es algo oficial ni que estemos contabilizando, pero son dinámicas que crean las condiciones para el apoyo mutuo.

La financiación en dinero que hay actualmente son los aportes de los vakers que en realidad lo que están haciendo es una preventa, en este sentido es un proyecto completamente independiente y autogestionado. Espero que a futuro se logren encontrar otras fuentes de financiación que permitan la sostenibilidad del proyecto sin perder su independencia, por el momento me gusta que existan apuestas al margen de, por ejemplo, las convocatorias distritales y del Estado, de un lado me parece problemático que el Estado decida qué es lo que se lee y no se lee, aunque más allá de esto y reconociendo que hay muchos proyectos muy valiosos que han salido a la luz gracias a estos estímulos, entrar en estas dinámicas de competencias con tus compañeros por recursos (que además son muy escasos), no crean el mejor ambiente en el medio; siempre es una alegría (y así debe serlo) cuando alguien gana un concurso o una convocatoria, pero estas jamás pueden ser el eje central de financiación de todo un gremio.

¿Qué consejos podrías darles a los creadores novatos que quieren empezar a publicar?

Esta es siempre una pregunta difícil…lo primero que les aconsejo es que se preparen para fallar (eso hace parte de todo proceso creativo), y lo segundo que les aconsejo es que revisen bien cuáles son sus expectativas: a dónde quieren llegar, a quiénes quieren llegar, en qué quieren ser buenos y reconocidos o simplemente qué interés o preocupación tienen en ese momento particular de su vida, y que, de acuerdo a ello, hagan sus apuestas siendo muy conscientes y honestos con lo que tienen y con quienes son, y no me refiero a que tengan todo claro y resuelto, parte de esta consciencia es decir por ejemplo “no sé lo que quiero” y “no sé quién soy como autor”, a veces nos presionamos mucho por resolver este tipo de preguntas, pero es importante respetar nuestros procesos de maduración pero manteniendo siempre la constancia; a veces es cuestión de simplemente empezar a caminar y en el andar se van a comenzar a resolver las dudas, recordando que está bien si cambiamos de rumbo, es muy importante el balance entre ser persistente y dejar soltar.

Enfatizo en esto porque muchas veces cuando entramos a un medio, tenemos grandes ambiciones y trabajamos arduamente sin tener muy claro hacia dónde vamos o por qué lo estamos haciendo, sin tener consciencia además de la realidad en la que vivimos, con esto lo que puede terminar ocurriendo es que te desgastas y decepcionas muy pronto. En lo personal, prefiero las metas pequeñas y concretas a los grandes proyectos, pueden ser más contundentes los pasos pequeños pero fijos y concretos, antes que los saltos gigantes hacia la nada; este tipo de procesos te permiten saber hasta dónde puedes y quieres llegar, así como darte el tiempo de conocerte y definirte como autor. Pienso que con esto puedes lograr un trabajo genuino y auténtico que es algo que se valora mucho.

Mira el Instagram de Laura Peláez aquí.

Conoce el Instragram de Entre las sombras aquí.

Y la Vaki de Entre las sombras, aquí.