Mancha negra y furia

Biografía del azufre

14 / 12 / 2021

Vivir también es prenderle fuego a la heri-da de la infancia y no llorar más

Vivir también es jugar
          con el bastardo,
con el constreñido hijo
          de la muerte.

Ser el poeta que ruega
          por una palabra exacta
                    donde se pueda
                    hincar el diente.

Lava que cubre las casas.

Puerta estrecha del abandono.

Vivir también es asumir el cortejo
          que baila
                    sobre las tumbas.

Es contabilizar esqueletos
          en versos
                    de secas heces.

Serpiente cuyo veneno
          salta a los ojos
                    de la muchedumbre.

Aparición de nubes fijas.

Vivir también
          es poner una gasa
                    en los mármoles de la risa.

Es roer la sangre negra
          y arrojar escupitajos
                    sobre las carnes trémulas.

Es saber quién se queda
          y quién partirá con el invierno.

Amar y rugir sin propósito.

Correr antes de que llueva.

Vivir también es prenderle fuego
          a la herida de la infancia
                    y no llorar más.

Es cubrir de ceniza la mirada
          que no volverá a nacer.

Saber que nada es suficiente
          y todo esfuerzo es vano.

Es la duda que asombra y ensombrece.

Dolor que se apaña en las sienes.

Vivir también
          es despertar
                    en los patios del hambre
                    y salir enloquecidos
          tras el ronquido de la nada.

Es el canto enmudecido de la fuente.

Es devorarse a sí mismos.

Pasar de largo sin prestar atención.