Música

Circulart, 10 años de diversidad e independencia

11 / 12 / 2019

un análisis de lo vivido en la pasada edición de Circulart, que tuvo lugar en Medellín del 7 al 10 de noviembre de 2019.

Circulart, el mercado de la industria musical independiente iberoamericana, llegó a su décima versión el presente año. Un certamen que comenzó en Medellín y que se ha posicionado como un espacio de gran importancia para la industria musical de la ciudad, al tiempo que fomenta redes de negocios en toda América, desde Canadá hasta Argentina y también España.

En este décimo aniversario, Circulart siguió demostrando que se ha consolidado como un mercado muy potente, donde artistas locales, nacionales e internacionales tienen la oportunidad de mostrar lo que están haciendo, al tiempo que permite a productores y empresarios conocer sus propuestas musicales y hacer negocios.

Tal vez para algunas personas el que Circulart no sea un evento tan masivo como Altavoz es debido a un problema de comunicación entre ambos certámenes, pero lo cierto es que ambos están pensados para públicos diferentes y tienen en sí objetivos muy claros: mientras Altavoz es el evento público de difusión masiva de bandas y artistas locales, Circulart es un evento de negocios de la industria musical, donde fuera de las presentaciones de artistas y bandas, hay un fuerte componente teórico y ruedas de negocios.

Tratar de equiparar ambos certámenes es una visión simplona y facilista, pero saliendo de este exabrupto, debemos reconocer el enorme potencial que tiene Circulart para Iberoamérica. Comencemos con su componente teórico, el cual en esta versión tuvo 13 conversatorios de temas inherentes a la industria musical, como su situación actual, las tendencias y las oportunidades de negocios para artistas, productores y empresarios. También hay que destacar el nivel de los oradores de las charlas y conversatorios, personas que conocen muy bien la dinámica de la industria musical y pueden dar luces sobre el futuro de esta.

Circulart, de Medellín para Iberoamérica

Tal como lo mencioné anteriormente, Circulart es un evento que permite conocer el presente de la industria musical, en este sentido los eventos teóricos cumplen un rol fundamental y este año no fue la excepción. Los asistentes pudieron disfrutar de charlas como “Regalías en el mundo digital, realizada por Fabio Andrés Rendón de Dinastía Inc., empresa dedicada al marketing digital y posicionamiento de la música en diferentes plataformas. Charlas como esta permitieron a los asistentes tener conocimientos sobre diferentes temas que están estrechamente vinculados a su industria.

Algunas otras charlas, como Sonido Latinoamericano en las pantallas internacionales, actualidad y tendencias, a cargo de Manuel Peñaloza de Caracol T.V., Diana Beas de Anthem Entertainment, Rob Filomena de National Récords Industria Works y Herminio Gutiérrez, supervisor musical, mostraron el crecimiento de la industria musical independiente y su relación con las producciones audiovisuales y publicitarias, el cómo los nuevos artistas pueden aprovechar su trabajo para darlo a conocer en series para plataformas como Netflix o Amazon, pero sin dejar de lado la televisión tradicional, al tiempo que se señalaron los retos para los artistas y productores, quienes en muchos casos siguen en un proceso sin formalización, algo que puede quitarles posibilidades de que su música sea escuchada a través de estas pantallas.

Para los panelistas es importante que productores y artistas sean más eficientes en su proceso de contratación, ya que todos coinciden que muchos artistas y productores, desaprovechan las oportunidades por no tener claridades sobre algunos temas como regalías y derechos de autor, lo que les lleva semanas en poder responder a propuestas comerciales sobre sus producciones y correr el riesgo de que las empresas se vayan con otros que sean más rápidos en responder. Por otro lado, la charla mostró el auge de la música latina impulsada por el género urbano (reguetón) pero que no se detiene ahí, porque para los panelistas la música latina de diferentes géneros está siendo muy escuchada y explorada por músicos y productores de Estados Unidos y Europa. Ahora bien, no son los únicos géneros que están moviendo la industria, el pop coreano también hace parte de este momento de expansión y mezcla de géneros musicales que está permitiendo a la industria crecer.

Por último, otros eventos teóricos refirman el buen momento de la industria musical independiente en América Latina y cómo esto puede ser aprovechado para crecer y poder vivir del hacer música. No es una tarea fácil, pero durante las diferentes charlas los productores y artistas pudieron darse cuenta de la gran cantidad de herramientas que tienen disponibles para hacer de la música un negocio rentable.

La innovación de la industria musical no se detiene

Si algo quedó claro para los asistentes a Circulart es que la industria musical no es la misma de hace diez, ni muchísimo menos veinte años. La disrupción de Internet y la piratería de la música nacida desde Napster, han modificado el cómo se hacen las cosas y en la actualidad una naciente industria musical 4.0 comienza a mostrar el futuro de los artistas, productores, empresarios y público, ligado a cómo comienza a modificarse el control de las regalías y los derechos de autor.

Pudimos ver que hay nuevas empresas que empiezan a posicionarse dentro de lo que podríamos denominar el mercado de los derechos de autor, procesos que buscan innovar para dar soluciones a los artistas que en muchos casos no logran percibir de manera adecuada las ganancias de sus esfuerzos, pero que con iniciativas como Unison puede ser mucho más factible una mejora en lo que concierne a las regalías.

Unison es una empresa española dedicada a la gestión de derechos de autor basada en la tecnología Blockchain (tecnología en la que está basada la famosa criptomoneda bitcoin), pero ¿qué es el Blockchain? Es una tecnología que facilita transacciones de información de manera segura y transparente entre personas y empresas, y que puede ser utilizada en diferentes áreas. Unison se convierte, de esta manera, en una empresa que a través de esta tecnología busca innovar el manejo de la gestión de las regalías por los derechos de autor.

Esta y otras iniciativas fueron dadas a conocer en Circulart, un evento que puede servir como una plataforma que acelere y rentabilice el trabajo de músicos y productores independientes, pero que también se complementa con la presentación de artistas de toda Iberoamérica en los showcases.

El momento del show en Circulart

Si la jornada académica de Circulart demostró lo consolidada que está la industria musical iberoamericana, la programación de showcases fue una muestra clara de su diversidad y, sobre todo, calidad.

Todos los días de Circulart fueron ideales para conocer las propuestas musicales surgidas a lo largo y ancho de Iberoamérica; unas más recientes y otras con más trayectoria, pero que se esforzaron en hacer un espectáculo único y mostrar la contundencia de su sonido.

Quedan para la memoria, por ejemplo, la fuerza e irreverencia de Ava Rocha, cantante brasileña que con sus canciones hizo recordar la psicodelia de los legendarios Os Mutantes e hizo conectarse a muchos con su lado más vital; la propuesta atractiva y fuera de los esquemas de St. Fusion, grupo de jazz canario-nipón que cautivó por su sonido enigmático; la sobriedad, la magia y el eclecticismo de Socos Dúo, que en show conmovedor unió la marimba y el chelo para remitirse a lo ancestral y contemporáneo, y tocar problemas que a muchos nos afectan, como la contaminación y la inmigración; el intimismo y la calidez de Coladera al rendirle honor a los sonidos de Brasil, Portugal y Cabo Verde; el rock intenso y galáctico del cuarteto mexicano Neptuna; o la fiesta que se prendió con los colombianos de Moügli y su seductora mezcla de sonidos electrónicos con los del Pacífico, el Atlántico y demás regiones de Colombia.

Podríamos hablar de más artistas, pero los que acabamos de mencionar hablan muy bien de una escena independiente dispuesta a arriesgarse, crear experiencias únicas y darle más proyección a quienes trabajan por y para la música. A riesgo de caer en el lugar común, esta versión de Circulart le tomó el pulso a la música hecha en Iberoamérica y por fortuna ésta late con fuerza.