Música

Jeringonza: el lenguaje secreto de las canciones

19 / 06 / 2020

Hay canciones que son difíciles de cantar y a la vez imposibles de olvidar. Este es un resumen de algunas de ellas.

Suenan las canciones en vivo o en cualquier dispositivo de reproducción. El poder del sonido entra a nuestros oídos a través de ondas y acaricia los tímpanos con sus vibraciones. El sabor de los músicos, o el feeling que llaman, es un elemento fundamental para que las melodías entren en nuestra cabeza y se queden para siempre en el glosario musical de nuestro cerebro.

El término Jerigonza, según la RAE, significa: “Lenguaje especial de algunos gremios. Lenguaje de mal gusto y difícil de entender”. La Jeringonza es una manera para hablar secretamente, de forma que no todo el mundo entienda el mensaje. Es el sello de algunos clanes que también se ve reflejado en algunas canciones.

Recuerdo que, cuando era niño, estuvo muy de moda en las emisoras y fiestas de barrio la canción “Sopa de Caracol” de la Banda Blanca, cuya letra nadie entendía, pero todos cantaban con buen ritmo: “Watanegui consup Iupipati Iupipati Wuli Wani Wanaga”. Una letra que, aunque muchos pensaron era en inglés, realmente fue extraída de la lengua afrodescendiente garífuna de la costa caribe y que significaba: Quiero tomar sopa, quiero seguir disfrutándola. Un poco para ti, un poco para mí. Particular coro que funcionó perfectamente para convertir a la canción en un gran éxito internacional en su momento.

Sopa de caracol

En los años 80 estaba entrando comercialmente a nuestro país mucha música en inglés, la cual era tarareada por las personas sin conocer nada de lo que significaban, o como era su pronunciación exacta. Tal vez por eso no les preocupaba tanto que las canciones tuvieran un mensaje reflexivo: la fiesta es y ha sido siempre pa´ gozar.

De niño lo más loco y arriesgado que sonaba en las fiestas de los adultos era una tal “Very Very Well, mencionada en el libro La Causa Nacional: historias del rock en Colombia de Jacobo Celnik como la primera canción grabada de rock and roll colombiano en 1958. Recuerdo que veía a los grandes hacer un baile extraño al son de la canción, mientras trataban de seguir lo que parecía una letra mal cantada en inglés, o al menos a la interpretación de un lenguaje extraño de Carlos Román y su Conjunto Vallenato, grupo que compuso la canción por una exigencia de la disquera y que logró ser un éxito años después de ser grabada.

Very Very Well

Finalizando la década de los 80, después de sonar varios éxitos en la radio, Joe Arroyo lanzó “Yamulemao”. Esta canción es un cover, la versión original es del cantante africano Laba Sosseh en lengua wolof de Senegal que, según Sosseh, significa “Niño del agua azul”. Cuenta la leyenda que Sosseh le reclamó al Joe por dañar su canción, pero este le contestó que la había mejorado al pasarla a una versión más internacional.

Laba Sosseh

Cuando Joe Arroyo la escuchó en su versión original tomó lo que entendió de oído, por lo que la letra en su versión colombiana no tiene traducción, una jeringoza que en su momento y hasta ahora pone a bailar a todo el mundo en fiestas y discotecas, aunque no entendamos el porqué de su magia lírica.

Joe Arroyo 

Así mismo podemos encontrar más covers de otras canciones que no son de fácil entendimiento para todos, como es el caso de la reconocida “Chilanga banda” de Café Tacvba. La letra hace parte de algunas expresiones populares mexicanas y en teoría solo la entenderían ciertos círculos populares en la Ciudad de México:

Café tacvba               

¡Ya chole, chango chilango!

¡Que chafa chamba te chutas!

No checa andar de tacuche

Y chale con la charola

Ya fue suficiente, «mono» mexicano

¡Qué mediocre el trabajo que haces!

No te queda bien andar de traje

Y menos con una placa

Fue escrita originalmente por Jaime López, y los Cafeta decidieron internacionalizarla, aunque tomando la manera en que fue escrita originalmente. La letra, extraída del habla en algunos barrios populares de la capital mexicana, parece incoherente, pero tiene un gran significado, ya que relata parte de los conflictos del bajo mundo con la fuerza policial.

Pachuco, cholos y chundos

Chichinflas y malafachas

Acá los chómpiras rifan

Y bailan Tíbiri-Tábara

Pandilleros, mestizos e ignorantes

Soplones y sospechosos

Acá los ladronzuelos prevalecen

Y bailan Tíbiri-Tábara

Jaime López

Puerto Candelaria y su cumbia rebelde ha aportado bastante a la música de nuestro entorno artístico contemporáneo. Una de esas canciones que ha rodado junto con ellos por varios países ha sido “Mono Loco”, una canción que, aunque está escrita en español, muchos extranjeros no entienden de qué trata. Fue compuesta utilizando en su fonética solo la vocal O, como recurso en las palabras populares que la conforman, para contar una historia que, aunque parece no tener sentido, cuenta el actuar de un hombre dentro de la mafia.

Puerto Candelaria

Son innumerables las posibilidades de los músicos para la creación de sus composiciones; nosotros, como oyentes, podemos tararear como podamos todas esas tonadas, así se hace más divertido. Para que una canción sea todo un éxito no tiene que ser cantada en un lenguaje claro y profundo. Se necesita, además de suerte, buen sabor musical para ambientar espacios e inmortalizar himnos populares.