Transmedia

El mundo del Boy Love made in Asia

23 / 03 / 2021

Los dramas BL (Boy Love) avanzan en conquistar la audiencia femenina global.

El mundo de las series que muestran las relaciones homosexuales parecía, hasta hace algunos años, algo que solo se abordaba desde la televisión occidental y con cierto tabú. El número de series en las que parejas de hombres fueran los protagonistas han sido relativamente pocas, aunque la tendencia ha venido cambiando en los últimos cuatro años.

Algunas de las series que abordan las relaciones homosexuales son en su mayoría producciones de Estados Unidos, Canadá, Europa y Australia, como Queer as Folk del año 2000, una de las primeras en contar historias sobre las relaciones de parejas del mismo sexo. Al tiempo que lograba volverse masiva, otras series que hemos podido ver en los últimos años, y que hablan sin tapujos de las relaciones entre parejas del mismo sexo, son Sex Education, Please like me, y Élite, que en gran medida han tenido en los servicios de Streaming la oportunidad de brillar, ya que posiblemente de estar en el formato televisivo tradicional habrían sido censuradas.

En España y América Latina también hemos tenido algunos intentos de poner a las series que hablan del amor entre parejas del mismo sexo en las parrillas de programación. Pero, este tipo de contenido ha tenido un gran impulso gracias a internet, ya que en muchos de los países de la región siguen siendo tabú las series de temática gay. Podríamos mencionar los casos de la serie web mexicana Con Lugar (2018) y la serie televisiva española Física o Química (2008), esta última, sin ser una producción de temática gay, abordaba la relación entre dos hombres.

El YAOI japones y el amor entre chicos

El término “BL” (Boys’ Love) tiene sus inicios a mediados de la década de los 80, pero hace furor en los 90 en un Japón que cursaba una fuerte recesión económica y donde este término se empezó a utilizar para referirse a diferentes tipos de contenido multimedia cuyo enfoque principal era el romance entre hombres.

Mientras en occidente las relaciones homosexuales que se retrataban en la televisión giraban en torno al sexo, las relaciones fallidas, la homofobia y el suicido, en Asia el mundo del amor entre chicos tuvo otras dinámicas menos oscuras, sin dejar de lado el drama. Lo Yaoi (un acrónimo que en japonés significa “sin clímax, sin punto, sin significado”) es una construcción que busca dar una representación artística, erótica, sexual o romántica de relaciones centradas entre dos individuos de sexo masculino.

Este género se aplica a series de anime, manga o ficción, con historias creadas y orientadas a un público —especialmente— femenino. Acá vemos la primera diferencia con las producciones occidentales que se basaban en llegar al público LGBTI, pero el género, por sus dinámicas, ha venido ganando seguidores en todo el mundo, especialmente mujeres, sin olvidar que hay un género que se dirige particularmente a la audiencia adulta que se denomina Bara y éste está separado del Yaoi.

La importancia del Yaoi en la producción de contenidos sobre relaciones homosexuales ha tomado fuerza en la última década, sirviendo para impulsar una generación especialmente de mujeres jóvenes con una mayor aceptación de este tipo de relaciones, masificando la necesidad de contenidos con esta temática.

Cabe resaltar que la fascinación femenina por la homosexualidad no surgió por primera vez en los años 90, ni tiene sus orígenes en Japón. En Occidente, el término “slash” empezó a utilizarse durante los 70 entre las fanáticas de la serie Star Trek para referirse al contenido donde figuraba una relación entre sus protagonistas, derivado de la costumbre de escribir sus nombres separados por una barra (Kirk/Spock) en los mismos, según se menciona en Graphic Novel Review.

El tiempo de los Live Action del BL

Si bien en un primer momento las historias Yaoi estaban ligadas a formatos como el anime, el manga y la ficción, la industria del entretenimiento de países como Japón, Taiwán y Tailandia vieron el potencial comercial de llevar y desarrollar estas historias con personajes de carne y hueso. Así, las producciones con temática BL comenzaron a ganar fuerza en el sudeste asiático y desde ahí lentamente han venido conquistando el público de otros países.

Las historias que se representan en estos dramas BL, en gran medida, están influenciadas por el género Yaoi, así que no es de extrañar que no veamos escenas de sexo altamente explicitas como en algunas series occidentales de temática LGBTI, pero sí un exceso de amores románticos e historias que en muchos casos caen en una especie de fantasía adolescente.

Pero, ¿por qué las mujeres sienten cierta atracción por las historias BL? Podría deberse a dos factores: el primero, por la atracción hacia lo masculino de los personajes de la serie BL, y el segundo factor se podría encontrar en que el público femenino no encuentra en la pornografía heterosexual un aliciente a la exploración  de las relaciones sexuales y románticas de una manera más libre, ya que la pornografía heterosexual tiende a estar dirigida a un público masculino y por lo tanto la mujer queda expuesta a la cosificación mediante estereotipos y actitudes misóginas. El BL, entonces, se convierte en una alternativa que ofrece a la mujer no estar forzada a identificarse con una figura que encuentra defectuosa o incluso ofensiva.

Esto ayudaría a explicar el éxito de las series BL, ya que estas están dirigidas a un público femenino, en su mayoría adolescente. El BL posibilita una exploración segura de la sexualidad femenina al desligar a las mujeres de los tabúes y límites con los que generalmente se les asocia y fomentar una equivalencia con la sexualidad masculina, la cual tiene un gran protagonismo en los medios, lo que lleva a que la sexualidad masculina sea más familiar para las mujeres que su propia sexualidad, ya que a las mujeres se les suele representar como más interesadas en formar conexiones emocionales que sexuales y como las responsables de limitar los avances realizados hacia ellas, alentándolas a parecer seres asexuales sin realmente serlo, esto último según un artículo de la Universidad de Oxford titulado Representing young people’s sexuality in the ‘youth’ media.

Esto contribuye a la respuesta positiva a estas historias de amor romántico entre chicos, donde las fans del género se organizan de tal manera que apoyan a las parejas que se muestran en la ficción y comienzan a shippear (apoyar que dos personajes se junten románticamente y/o mostrar apoyo por dos personajes que ya están juntos) con los actores de la serie, buscando que esa fantasía del romance de las series trascienda más allá de la ficción, creando todo un conjunto de historias referentes a lo que hacen estos actores.

De esta manera, las series con una temática BL han ganado un espacio en la audiencia, con personajes reales que contribuyen a que las fans de este género tengan una mayor empatía con las historias y con los actores, al tiempo que se masifica este género y algunos países comienzan a convertirse en grandes productores de estos contenidos.

Tailandia, el reino del BL

Aunque países como Japón y Taiwán vienen produciendo series y contenidos de temática BL, para muchas fans el país que está logrando masificar este tipo de contenidos es Tailandia, donde en los últimos años se ha constituido todo un ecosistema creativo alrededor de las series BL, convirtiendo estos proyectos, que en otros países serían poco rentables, en todo un éxito comercial, ya que las grandes marcas de este país y algunas multinacionales colocan su publicidad.

De esta manera, durante los últimos 10 años Tailandia, un país no precisamente liberal, ha fomentado la producción casi de manera masiva de series televisivas con temáticas BL. Este tipo de series han comenzado a generar un nivel de interés tan alto que otros países como Corea del Sur han comenzado a flexibilizar la producción de estos contenidos.

Pero mientras Corea del Sur comienza a tratar de conquistar un público que parece ya no estar totalmente satisfecho con los dramas coreanos, que han sido un boom durante los últimos 15 años, Tailandia y Taiwán se presentan como referentes para las producciones de temática BL.

Para Tailandia el punto de partida para que los dramas con historias de amor entre hombres tuvieran un rol principal fue Love Sick de 2014. Desde ese momento, grandes conglomerados de medios como la GMMTV comenzaron a apostarle a las producciones de este género, en el caso particular de esta empresa, con un drama BL que es hoy por hoy un referente de las fans de este tipo de dramas, SOTUS The Series (2016), fue el primer drama BL de esta compañía y el éxito fue rotundo, generando ganancias para esta producción y una gran fama para los dos protagonistas del mismo, Perawat Sangpotirat y Prachaya Ruangroj (más conocidos como Krist y Singto).

Pero la GMMTV no es la única empresa que observó el potencial comercial de este nuevo género, la empresa surcoreana NAVER, a través de su marca LINE TV, comenzó en 2016 a incluir en su servicio de streaming en Tailandia contenidos de BL, con un aumento de la audiencia en promedio del 5% anual, pero durante el 2020, por motivos del encierro de la Covid-19, el aumento fue de un 35% en las visualizaciones de los contenidos BL. Según Kanop Supamanop, vicepresidente de LINE para contenidos en Tailandia, en la actualidad esta app de streaming tiene alrededor de 33 series BL en su catálogo.

Pero cuando decimos que Tailandia es el reino del BL no sólo hablamos de la gran cantidad de series que se están produciendo por año -según el diario Bangkok Post en Tailandia, durante 2019, se produjeron 20 series de temática BL-, sino de un ecosistema de creación que ha visto en las historias de este tipo un florecimiento en sus negocios, como es el caso de algunas editoriales que comenzaron a publicar novelas de este género, siendo el caso más conocido el de la editorial Sataporn Books, que en 2018 lanzó la marca Deep y que hasta el momento ha publicado 70 novelas, 20 de las cuales están en proceso de ser adaptadas en países como Taiwán, Corea del Sur, Japón o Filipinas.

El cliché y el lado oscuro del BL

Sin duda alguna, una vez comienzas a ver dramas BL notarás que las historias en líneas generales parecen ser similares. La mayoría de los primeros BL se dan en espacios universitarios, en parte porque algunos de los escritores de estos dramas son hombres y mujeres jóvenes universitarios, por lo tanto, centran sus historias en estos espacios. Pero tal vez el cliché más reconocido por toda la comunidad del BL es que los personajes masculinos normalmente son estudiantes de ingeniería o medicina, de entornos sociales y económicos acomodados y obviamente blancos.

Este fenómeno, según el investigador Ronnayuth Euatrirat, quien estudia el fenómeno de los Boys Love en Tailandia, puede deberse a que muchas novelas de BL están escritas por mujeres. «Encontramos que los personajes de Boys Love reflejan los deseos de una mujer joven. Un estudiante de ingeniería, por ejemplo, es la típica personificación deseable de un hombre fiable. Estos personajes también tienen una apariencia varonil y proceden de entornos acomodados. Estos estándares responden a las necesidades de las mujeres»

Para algunos productores estas historias son sinónimo de éxito, ya que la audiencia a la que va dirigida son adolescentes, que pueden empatizar mucho más fácil con una historia de dos jóvenes universitarios, donde uno de ellos será, sí o sí, heterosexual y el otro homosexual, y donde buena parte de la historia se dará en cómo el chico hetero se enamora del chico gay.

Una fórmula que ha funcionado, pero que abre grandes debates en cómo se presentan estas relaciones, en algunos casos marcadas por un abuso sexual como en la serie Tharn & Type, donde el protagonista, después de informar al otro personaje que fue abusado sexualmente cuando era niño, este siguió forzando las situaciones hasta tener relaciones sexuales con él. A todas luces un caso para psicología, pero como si eso no fuera suficiente el personaje antagonista manda a varios adultos a violar a un menor de edad y sale sin ninguna sanción, algo que a todas luces es un delito, pero que se escuda en la ficción narrativa. La serie tuvo gran éxito y este año se presentó su segunda temporada.

Pero en otras series vemos también un constante acoso, abuso y violencia como mecanismo para lograr el cometido de conquistar al otro, relaciones que se basan en una gran dependencia emocional y donde el dialogo más recurrente de los heterosexuales cuando se sienten atraídos por otro personaje masculino es que “estoy enamorado solamente de ti, no me interesan otros hombres”. Sí, tal cual como si fuera un dialogo de novela mexicana de los 90.

Aun así, este tipo de historias parecen contar con el beneplácito de la audiencia femenina, muchas pasan por alto este tipo de detalles, como en la serie The Effect, donde el protagonista, totalmente enloquecido, viola al otro chico solo porque este se negó a responderle emocionalmente; o los llamados reyes del BL Max y Tul, en la serie Together With Me: The Series, donde la conquista se da después de abusar sexualmente de su amigo después de una borrachera.

El BL se expande por el mundo

Mas allá de los debates que se le puedan hacer a las temáticas de las series tailandesas, lo cierto es que estas historias han llegado con fuerza y las productoras de toda Asia compiten para quedarse con la mayor cantidad de producciones de este tipo. Taiwán y Corea del Sur parecen comenzar a aumentar la cantidad de producciones, al tiempo que empresas chinas (sí, la China comunista) financian algunos de estos proyectos televisivos.

Pero no se confundan, que China o empresas de este país estén financiando la producción, no quiere decir que el gigante asiático se haya convertido en un país LGBTI amigable, más bien digamos que estas empresas saben el potencial comercial de estas producciones y no quieren perderse estar en primera fila para obtener mejores ganancias.

Mientras tanto, estas producciones siguen conquistando a más audiencia a nivel global, tanto es así que Netflix parece haber llegado a acuerdos con varias productoras surcoreanas para incluir en su catálogo cerca de 20 series con temática BL, al tiempo que otros países del sudeste asiático entran a producir más historias, Filipinas y Vietnam son los últimos países que entraron en competencia para producir series de amor entre hombres, obviamente con mayores dificultades técnicas y presupuestarias que otros países como Tailandia o Corea del Sur, pero que sin duda comienzan a darle más diversidad a este tipo de historias que, durante los últimos dos años, hemos comenzado a ver que se vuelven más maduras y complejas, al tiempo que mejoran los niveles de producción, mientras la competencia ahora parece trasladarse a las plataformas de visualización que compiten por quedarse con el contenido.

Así las cosas, el mundo de las fantasías homoeróticas femeninas sigue creciendo y dejando cientos de millones de dólares en ganancias en el sudeste asiático.