Fiesta del libro

Un libro que rinde homenaje a las cantaoras

14 / 09 / 2018

Cantaoras afrodescendientes Orula: voces que resisten y re-existen, un libro que recopila el saber de las cantaoras del Chocó, fue presentado en la Fiesta del Libro y la Cultura.

Desde que Rosalba Martínez Panesso era una niña, le apasionó la cultura, pero su madre, que era partera, le prohibía meterse en ese mundo, para que no dejara de estudiar. Ahora es la directora cultural del grupo de cantaoras Orula, que estuvo en la 12.ª Fiesta del Libro y la Cultura. Orula, por el nombre africano de San Francisco, a quien veneran en Chocó.

Ha compuesto junto con Jairo Varela, ahora está recopilando sus creaciones en un CD y su voz se escucha en países como México, Ecuador y en buena parte de Colombia. Con Eugenia Viera Corrales entona los alabaos y con sus “niñas”, como llama a las coristas que las siguen, cuyas edades oscilan entre los 40 y los 60 años.

Una de ellas es Ana Tarcila Rentería Serna. Es del pueblo de Lloró, en el Chocó, pero vivió toda su vida en Quibdó y trabajó por más de 20 años allí mismo, en el Hospital San Francisco de Asís. Cuando era niña veía a su mamá cantar en las novenas a los muertos y, aunque siempre quiso hacerlo, ese sueño apenas vino a realizarse después de haberse jubilado. Lleva 10 años en el grupo Orula y dice que para ellas estar ahí es una diversión: “En nuestra vida diaria, por ejemplo, cuando se muere una persona, llevamos cantos muy sentimentales. A los dueños del muerto les va a dar mucho sentimiento, pero se van a sentir muy acompañados y eso nos da una gran satisfacción”.

Otra de las niñas de Rosalba es Gloria Cecilia Medina, también del Chocó. Para ella, ser cantaoraes una expresión política, porque desde nuestros cantos hacemos resistencia, pervivimos en el tiempo y, de una u otra manera, esto nos sirve para sanar, para hacer catarsis y para continuar con toda la tradición oral de nuestros ancestros”.

Ellas, que han sido fundamentales en la tradición cultural colombiana, recibieron un homenaje a través de un libro. Un homenaje para mujeres cantaoras, que han salido de sus territorios sin dejar morir sus costumbres. “Nosotras somos mujeres orales, casi nunca escribimos lo que sabemos, por lo tanto, tenemos una recopilación de toda nuestra cultura, desde los cantos, la gastronomía, la espiritualidad, la medicina tradicional… Lo tenemos en nuestra memoria y lo recreamos”, así lo afirma Deyanira Valdés de Villanueva, coordinadora para Medellín de la Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas, Kambirí.

Tras una investigación, junto con las cantaoras, el docente Giovanny Gómez Molina y algunos estudiantes de la Universidad de Antioquia publicaron el libro Cantaoras afrodescendientes Orula: voces que resisten y re-existen. Memoria ancestral y artística de las mujeres adultas mayores afrodescendientes: una historia que pervive y trayecto que resiste en la Comuna 4-Aranjuez. Comenta Deyanira que ellas tienen mucho para darle a esta ciudad y agrega que “después de tantos años, conservar todo esto ha sido resistir y reexistir de nuevo en las ciudades”.

Los ancianos eran más esquivos, tenía uno que estar con el ojito largo pa’ aprender”, asegura Deyanira. Mientras que esta vez ellas quieren transmitir sus conocimientos abiertamente a las nuevas generaciones y se sienten muy orgullosas de esto, pues por primera vez son ellas mismas quienes escriben su historia, como cuenta ella: “Nos prestábamos para que otras mujeres nos investigaran, pero esta vez la iniciativa salió de nosotras”.

*Este artículo fue elaborado por el Equipo de Comunicaciones de la Fiesta del Libro y la Cultura. Reproducimos este artículo bajo su autorización. Todos los derechos de reproducción y difusión son de la Fiesta del Libro y la Cultura.