Siempre que nos vemos envueltos en un final intempestivo, la realidad parece transcurrir como si no perteneciéramos a ella.
Hay coleccionistas de todo tipo, hasta de paraguas. Y las historias de cómo los consiguieron son tan delirantes como sus trofeos.
Dicen que las comparaciones son odiosas, y más en el amor. Esta es la historia de alguien que quiso quitarse a un rival del camino, con un final impensable.
La infancia, el asombro, la inocencia y también el dolor están latentes en estos cuentos que nos regresan a la infancia, cuando el único afán era el vivir.
Dos vidas separadas por las circunstancias, pero unidas desde lo lejos por unos claveles rojos. De eso trata este cuento de Felipe Sánchez Hincapié.
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