Editorial

Carta a J Balvin: ¿Y dónde está tu gente?

28 / 11 / 2019

Ante las recientes declaraciones del artista sobre lo que pasa en Colombia, le dirigimos esta carta en la que expresamos nuestro descontento por su apatía con la compleja realidad del país.

Medellín, 28 de noviembre de 2019

Querido J Balvin:

Supimos que ganaste el premio a Mejor Artista Latino en los American Music Award, reconocimiento que se suma a una exitosa carrera que has cultivado por años y que te posiciona entre los grandes, no sólo del género urbano, sino también de la música latina.

Sin embargo, la noticia de tu distinción pasó sin mucho ruido en Colombia, porque el país está convulsionado. Miles y miles de personas, jóvenes, adultos y hasta niños, han salido a las calles para exigir un cambio al gobierno, que se cumplan de verdad unos derechos esenciales como la salud y la educación, que la corrupción deje de ser un obstáculo para el desarrollo, que la paz sea una realidad y no se le pongan más obstáculos y por otras causas justas que tienen al pueblo unido en la indignación.

Las movilizaciones que iniciaron el 21 de noviembre no paran y cada día más personas se suman a ellas porque están cansadas del estado de las cosas. Tanta desigualdad y frustración tenían que explotar en algún momento, y hoy el pueblo no dejará de gritar, bailar, saltar y hacer sonar sus cacerolas para que el gobierno se porte a la altura de las circunstancias y escuche sus exigencias de cambio.

Sin embargo, la actitud de los mandatarios ha sido de negligencia absoluta, y en vez de abrirse a un diálogo urgente y constructivo, sacan excusas para prolongarlo y prefieren reunirse primero con empresarios y políticos, en vez de hacerlo de una buena vez con el pueblo que ha salido a ejercer su legítimo derecho a la protesta, pueblo que ha sido reprimido con sevicia por las fuerzas del Estado, las cuales les han arrebatado la vida a personas como el joven Dilan Cruz, estudiante de 18 años que murió por un proyectil no convencional disparado por un agente del ESMAD.

Ante la indiferencia del gobierno hay quienes han entendido el clamor del pueblo y se han sumado a él, entre ellos varios artistas, colegas tuyos, que además de artistas son ciudadanos a quienes les afectan todo lo que está pasando. Carlos Vives, Adriana Lucía, Edson Velandia, La Etnia, AlcolirykoZ, Madame Periné, Mabiland, Doctor Krapula y muchos otros han acompañado este deseo de cambio que, como en ningún otro momento, ha unido al país en una sola voz.

La música (como suponemos debés saber) une, convoca y moviliza. No es simple entretenimiento, sino un medio de expresión. Por eso, que varios artistas apoyen el Paro Nacional es altamente significativo para las personas que hoy marchan y seguirán marchando en toda Colombia. La voz de todos ellos es de aliento y les hace sentir que no están solos en esta lucha, además que da a entender que asumen su posición en la sociedad, que más que figuras públicas de adorno pueden aportar a la transformación que hoy se reclama con urgencia desde su quehacer.

Muchos de tus seguidores han reclamado tu posición frente a los últimos acontecimientos porque saben el alcance que puede tener tu mensaje dentro y fuera de Colombia. Sin embargo, hasta el pasado sábado 23 de noviembre, solo te habías manifestado con tu silencio y cuando por fin te referiste a lo que está pasando en Colombia provocaste desilusión. No vamos a negar que tu carrera las ha hecho a pulso, tampoco vamos a negar que has puesto en lo alto el nombre de Colombia en todo el mundo, y mucho menos negaremos los aportes que has hecho al género urbano que muy bien representas. Sin embargo, la tibieza de tu mensaje y el que hayas remarcado que no eres “ni de izquierda, ni de derecha” y en cambio eres “una persona de bien” deja mucho que desear y muestra que, más que estar atento al difícil momento por el que está pasando el país, estás totalmente desconectado de él.

No se trata de ser de izquierda o de derecha para exigir un cambio, querido J Balvin. Se trata de humanismo. De querer que el bienestar sea para todos y no para unos pocos. Sos trabajador, sí, pero cuando remarcás que sos “persona de bien” te alejás de tu gente, la que tanto mencionás en tus canciones y presentaciones, y sin querer terminás siendo parte de ese reducido grupo de personas que con arrogancia se hace a oídos sordos del pueblo y que al considerarse “gente de bien” legitiman la exclusión, la desigualdad, la injusticia y la violencia.

Además, tus recientes declaraciones sobre la compleja situación de Colombia contradicen totalmente la reivindicación que has hecho del barrio Castilla, barrio del Noroccidente de Medellín que sin condiciones te abrió sus puertas para que pudieras brillar como artista. Castilla, por si no lo recordás, sufre muchos de los males por los que miles y miles de colombianos han salido a protestar, y sus habitantes han sentido por años la desigualdad y la violencia. Por eso, ya no creemos que la constante alusión que hacés a tus orígenes en Castilla sea sincera: ha sido nada más un maquillaje que has sabido aplicarte muy bien. Y lo decimos tajantes porque nosotros crecimos y vivimos en Castilla, sentimos el rigor de sus calles y vimos en vos un ejemplo de superación, pero al escuchar tus distantes y pusilánimes palabras nos desilusionamos de inmediato.

Ni Maluma, que se tomó una foto con el (sub) presidente Iván Duque y ha dicho ser su amigo, se atrevió a tanta indiferencia y expresó su apoyo a los marchistas, y hasta Carol J quiere que el grito del pueblo sea escuchado por el gobierno. Por eso nos parece absurdo, por no decir ridículo, que hace unos meses movilizaras todas las redes sociales para protestar contra la poca presencia del reggaetón en los Latin Grammy, y ahora que tenés la oportunidad de sentar una voz y unirte al sentir de un pueblo, salgás con un mensaje vano y superficial que lo único que revela es tu desconexión con la realidad de todo un continente, porque el malestar que se siente en Colombia también es de toda Latinoamérica y el poder latino que tanto decís defender nos ha unido para luchar por lo justo.

Optaste por el camino fácil: un vano llamado al amor y a la auto superación, pero debemos recordarte que el pueblo que protesta es el que escucha tu música, el que con esfuerzo reúne dinero para comprar tus discos o una boleta a tus conciertos, el que ha bailado tus canciones y considerado un símbolo de identidad y celebración, pero que ahora no entiende tu egoísmo y apatía por una realidad que es imposible tapar con un dedo.

El sábado te presentarás en Medellín, ciudad que también ha protestado masivamente contras las injusticias que por años se han cometido en nombre de una falsa democracia. Esperábamos, aun el malestar provocado por tus declaraciones, una actitud más reflexiva de tu parte o al menos un poco de empatía frente al pueblo, pero durante una entrevista que concediste al periódico El Colombiano la indolencia volvió a nublar tus palabras y te quejaste de la “doble moral” de quienes te pidieron sentar una posición. ¿Doble moral? ¿Y qué tienes para decir del apoyo que brindaste a las protestas en Venezuela contra la dictadura de Nicolás Maduro, cuando ante lo que pasa en tu país, el que celebra tus triunfos, guardás un silencio aturdidor?

Ojalá que en la tarima logrés representar a un pueblo del que te alejaste por estar metido en tu burbuja. Ojalá que tu voz sirva para empoderarnos y lograr que ese cambio que queremos deje de ser un simple sueño

Cordialmente:

Felipe Sánchez Hincapié

Mauricio Gil Arboleda