Música
Memoria Insuficiente: Ska-ndalo de Caldas para el mundo
9 / 01 / 2018
Perfil de Memoria Insuficiente, agrupación que está dejando muy en alto al ska de estas tierras.
Medellín, 6 de noviembre de 2017
Las luces del Escenario Fest se apagan y parte del Estadio Cincuentenario se silencia a eso de las ocho de la noche. La agrupación De Bruces a Mí ha finalizado su presentación, y quienes quedan sobre la localidad general se preparan para darle la bienvenida a la mítica banda inglesa de ska The Selecter. Sin embargo, algunos entre el público esperan la salida de un grupo de jóvenes que serán los teloneros del show principal este lunes por la noche en el cierre del Festival. La pantalla de LED cambia y con anticipo muestra un logo donde se alcanzaba a leer el nombre de la agrupación: Memoria Insuficiente.
Si la memoria no les falla, la historia comenzó cinco años atrás: en 2012, mientras algunos de los jóvenes integrantes de la Banda Sinfónica de Caldas degustaban de unas ricas empanadas en alguna esquina de Caldas (Antioquia). Aquellas calles, acompañadas frecuentemente de agua de lluvia, fueron el primer paso para construir un estilo que estaba influenciado por agrupaciones como La Furruska, también referente del municipio.
Juan Esteban Correa (saxo tenor), Santiago Osorio (saxo alto), Andrés Colorado (trombón) y David Cano (trompeta) son los primeros en salir al escenario antes de que la música inunde a todo el Estadio Cincuentenario en pleno Festival Internacional Altavoz. Los vientos, principales protagonistas de la banda, son también la base de lo que se construyó en un principio: un grupo dedicado a honrar la primera ola del ska.
“A mí me gustó mucho el Ska, me llamó mucho la atención, y empecé a escuchar otro tipo de bandas de Ska que para mí eran nuevas. El profesor mío de trompeta es el trompetista de La Furruska, entonces yo le pedía bandas para escuchar, para informarme del género, y me quedó sonando tanto al punto que dijimos que había que formar una banda”, recordó David, días antes de pararse frente a esa cantidad de personas, que alcanzaban a ser varios miles.
Tras la llegada de Juan David Molina (bajo), Daniel Tirado (guitarra y voz) y Estefanía Usme (batería y voz), la agrupación comenzó a explorar el 2 Tone, remarcado principalmente en grupos como The Specials, Madness y The Selecter. Este ritmo se convirtió en el punto de partida para la música que haría mover los pies en el Altavoz.
“Nuestra música está pensada para conectar con el público con nuestro propio estilo: volver al baile, a la fiesta, al descontrol, disfrutar del ska sin tanto pogo de por medio”, puntualiza Santiago cada vez que le preguntan por Memoria.
Aunque las luces están apagadas, ver la cancha del Cincuentenario esperando por el inicio de su show les mueve un poco el estómago, tal como la primera vez que se presentaron en un festival internacional, el Rock al Rio de Rionegro, con sólo ocho meses de formada la agrupación.
“Ese concierto y los que le siguieron fueron complicados porque todos estábamos súper pequeños, tanto que para tocar había que mostrar autorización de nuestros papás. En ese tiempo Juanes (saxo tenor) tenía como quince años. Este año ¡por fin! Somos todos mayores de edad y con una propuesta muchísimo más madura”, aseguró Estefanía.
Aquel proceso de autorización de sus padres también lo hicieron en 2015, cuando se presentaron por primera vez en el Festival Internacional Altavoz, en la tarima alterna. Al igual que en esta ocasión, su presentación se dio en el último día del festival, el cual en esa edición tuvo invitados de la talla de Gogol Bordello, Steel Pulse, El Último Ke Zierre y Catfish, una agrupación francesa de indie-folk que tocó de manera paralela a ellos en el escenario principal, cuando ya caía la noche.
“Fue una oportunidad muy bonita, nosotros todos nuevos y que la tarima alterna estuviera llenísima bailando con nosotros mientras sonaba Catfish del otro lado. Fue muy gratificante, hubo gente que nos prefirió, que prefirió el Ska”.
Una vez emprenden a sonar los vientos, el show de Memoria Insuficiente ha comenzado. Son pocas las palabras que salen de Daniel, pero se suplen con una potente mezcla de sonidos que provocan el baile y la fiesta inmediata. En su segundo round con el Altavoz Internacional parecen próximos a ganar por knock out, pues todo el público parece reaccionar de forma positiva a estos sonidos brindados de Caldas para el mundo.
Aunque no cuenta con sitios adecuados para un concierto, el municipio de Caldas y su fenómeno cultural han sido la principal motivación del grupo. Además de la escuela de música, se han alimentado de cada una de las calles que, generalmente mojadas, recorren sus integrantes cada día, las cuales han inspirado a temas como “Llueve” o como “La Mafafa”, lugar referente de la zona.
“A nosotros nos gusta recalcar que venimos de Caldas, Antioquia. Que, aunque estamos muy cerquita de Medellín, somos otro cuento. Caldas es una potencia en el ska, bandas como La Furruska, Capitán Rocksteady y la Tripulación, Indocumentados, el recordado Agente de la Luna, DonKristobal, Mujeres Desnudas (Reggae), etc., son referentes e influencia del género en el país, y eso por lo general no lo dicen, no se sabe. La banda funciona porque todos los integrantes vivimos en el municipio, si alguno fuera de otra parte sería muy complicado todo porque llegar acá es lejos, entre nosotros mismos aprendimos a encontrar lo que queríamos y a desarrollarlo de esta forma”, explicó Santiago.
Precisamente sus 45 minutos en la tarima de Altavoz se convierten en un homenaje a la memoria del género. Un viaje en el tiempo que va desde las primeras raíces del ska en Jamaica, aquella primera ola que llegó a Inglaterra en los sesenta y que después de muchas historias y canciones se adentró a la Medellín de 2017, en una experiencia de épocas que involucra a todas las personas, desde los más adultos que esperan ver a The Selecter en un par de minutos, hasta los más jóvenes, que quizás fueron a verlos exclusivamente a ellos.
La puesta en escena está saliendo a la perfección. La sonrisa de satisfacción no se esconde en ninguno de sus rostros, pues ellos mismos saben que están cumpliendo el objetivo que se propusieron meses atrás: aprovechar el momento en el que ya tienen un sonido característico y convertirlo en un material que sirva para la transformación del género en Colombia.
“Es que muchas veces hay varias bandas acá en Colombia que pasan a Altavoz y eso para ellos es el límite y el punto máximo. Para nosotros no, antes es la puerta grandísima a bastantes trabajos que nos van a tocar en próximos años. Estamos dispuestos a asumir todos los retos que se vengan después de Altavoz, es una responsabilidad muy grande y debemos dejarlo ahí, responder ante la oportunidad tan grande que se nos presenta”, precisó Estefanía.
Las luces del Escenario Fest vuelven a apagarse y el sonido de Memoria Insuficiente reposa hasta la próxima oportunidad. El 2018 los espera con una invitación al Lima Ska Fest, en Perú, y un primer disco del cual tienen ya tres canciones listas.
Como ellos mismos dicen, se les viene camello.