Música

Tonalidades básicas para un cacerolazo

30 / 12 / 2019

La protesta también se hace a través de la comparsa y el cacerolazo, por esto decidimos hacer un análisis musical a estos movidos días en nuestro país.

La tarde se tornó gris oscuro y se rompió en lluvia, dando así inicio a un concierto de notas graves que llegaban desde las nubes más altas. La noche llegó con sus calles ya secas y el cacerolazo estaba orquestado y sonó en el tono que mejor podía afinarse, para que escucharas, viejo. La primera cacerolada fue improvisada y sin precedentes en el país, llenó algunas calles, balcones y terrazas de las ciudades, y después de esta primera manifestación se han repetido, noche a noche, otras caceroladas. Qué mejor manera de hacerse escuchar que cantar y hacer ruido con lo primero que esté a la mano.

Algunos medios de comunicación han enfocado su cubrimiento en ciertos actos vandálicos, pero las marchas han tenido también un alto contenido artístico para manifestar el descontento general de miles de colombianos que se han agolpado en las calles. Las marchas en todo el país se han destacado por el baile, la música y, por supuesto, el ruido ensordecedor de la reina de cada una de estas noches: la cacerola como medio sonoro de protesta; desde los balcones, los parques y las calles se ha tomado la palabra este común utensilio como forma de canto popular.

En 1982 se dio el primer cacerolazo suramericano en Argentina, como forma de protesta ciudadana, aunque el más sonado fue el de 2001, en el cual la presión social por parte de la ciudadanía fue tan fuerte que hizo renunciar al presidente de turno, Fernando de la Rúa. Estas caceroladas se han convertido cada vez más comunes en Latinoamérica y Colombia, como hemos visto, no ha sido ajena a esta forma de protesta.

Una de las principales funciones de los músicos es crear bonitas armonías, planear tonos agradables con instrumentos bien afinados y así ofrecer toda una experiencia de melodías grabadas o de interpretación en vivo. Según el género musical, algunos instrumentos son característicos, y algunos artistas rompen con lo tradicional y experimentan con instrumentos u objetos poco convencionales ofreciendo a los espectadores experiencias distintas a lo acostumbrado.

La música tiene muchas formas de manifestación y disfrute en sus distintas propuestas. Hay casos como el de John Cage, un músico experimentador y compositor estadounidense, reconocido por muchos como el precursor de la música electrónica y de la música aleatoria, quien dio aportes importantes para el arte con melodías como 4´33, una pieza en la cual la batuta es llevada por el silencio de los instrumentos musicales durante cuatro minutos treinta y tres segundos, entre otras propuestas armónicas en las que incluye utensilios comunes, entre ellos de cocina como licuadoras, ollas y cacerolas.

Indagando con varios músicos, me hablaron de la afinación de sus cacerolas que pasaban desde un La a un Sol sostenido o a un Fa, condición en la escala tonal que cambia de acuerdo con material, el tamaño y el grosor de la cacerola. Un par de los entrevistados afirmaron que algunas cacerolas de buen calibre daban cierta característica sonora que les ayudaba a dar un tono de mayor resonancia y profundidad, pero que al final, en medio de una cacerolada, lo importante es el mensaje enviado, esa es la consigna, aquí no valen afinaciones o armonías de las canciones al ejecutar la cuchara como baqueta y el grito popular como lírica y voz sobresaliente. Los artistas siguen activos en redes y en marchas, se han articulado a algunos conciertos, marchas y caceroladas espontáneas en diversos barrios de cada una de las ciudades, toda una gran comunidad a nivel nacional cantando a una sola voz.

Cacerolazo Colombia 2019. Fotografía por Yojan Valencia.

Cacerolazo Colombia 2019. Fotografía por Yojan Valencia.

En los recientes días las calles han sido ríos de personas gritando consignas en contra del actual gobierno Duque y sus políticas represivas en contra del pueblo que lo eligió: la reforma pensional y tributaria, la falta de oportunidades educativas y laborales, la falta de compromiso real con la implementación de los acuerdos de paz, la falta de protección ambiental, el alarmante y constante asesinato de líderes sociales y de indígenas –ante los cuales el actual gobierno no ha hecho mucho para detenerlos–, entre muchas razones, han agolpado masivamente a la población a las calles. Todos los días y cada noche la ciudadanía ha estado entregando un concierto ruidoso de consignas y así muchos no sean músicos profesionales, los utensilios de cocina han sido de gran utilidad para hacerse escuchar.

Por estos días de festividades las protestas han cesado, aunque el inconformismo sigue latente. Algunos proyectos impuestos desde el actual gobierno (como la reforma tributaria que aprobaron mientras todos dormíamos), la inequidad social y la falta de garantías sociales para el buen vivir (reflejadas en el risible aumento del salario mínimo) volverán a ser parte de los reclamos de la comunidad en las calles, las casas y los balcones, sea de día o de noche. Incluso, en las redes sociales muchos han convocado a un cacerolazo para el 31 de diciembre para recordarle al gobierno que el pueblo sigue enojado. Así que si usted no tiene silbatos, pero quiere sacar a pasear la cacerola del desayuno, también es bienvenido. Si usted no tiene cacerola o prefiere protestar desde su casa este es un enlace que puede reproducir y ponerle todo el volumen, para que nos escuches, viejo.

Haz sonar la cacerola acá