Música

Revolución a ritmo de K-pop

10 / 05 / 2021

Al Paro Nacional que por estos días se realiza en Colombia contra el mal gobierno de Iván Duque, se sumaron aliados inesperados: las y los fans de K-pop, quienes lograron acorralar el discurso de odio del uribismo.

Colombia lleva más de una semana de protestas sociales que han desbordado las calles. El Paro Nacional se presenta como la catarsis colectiva no sólo a un año de desgobierno absoluto del Centro Democrático, partido que le apostó a un candidato sin ninguna experiencia y que hoy padecemos el resultado de dicha decisión; sino también como la explosión de todos los años de gobernanza injusta y corrupta de los que el actual gobierno es heredero.

Durante los últimos diez días, el país ha asistido a una carnicería sin precedentes en el período presidencial anterior, porque decir que es la primera vez sería mentir descaradamente. La ciudadanía ha tenido que resistir una arremetida descarnada por parte de los cuerpos policiales y militares  que parecen más  paramilitares, ya que actúan con la finalidad de borrar cualquier vestigio de reclamo social contra el actual gobierno.

En este panorama desolador, las redes sociales se han convertido en un nuevo campo de batalla, desde donde el pueblo trata de informar a sus conciudadanos y al mundo sobre los desmanes ordenados por  Iván Duque y el Centro Democrático. Pero, al igual que en todo campo de batalla, en las redes sociales se viene librando una guerra contra el uribismo nunca vista en el país.

Los fans colombianos de K-pop se han convertido en un ejército digital de mujeres y hombres jóvenes que no le han permitido al uribismo utilizar las redes sociales para imponer sus tendencias de desinformación y división. Así, llevan una lucha constante para que cada intento de imposición de una tendencia por parte del Centro Democrático caiga bajo los fancams de sus grupos y artistas favoritos de la música surcoreana, restándole visibilidad al discurso de odio del uribismo en contra el Paro.

Ha sido una lucha constante en la que miles de jóvenes seguidores de diferentes grupos de pop coreanos han reducido el alcance de los mensajes del uribismo, restringiéndoles su visibilidad;      al tiempo que logran poner de manifiesto el aprecio por sus grupos favoritos de K-pop; algo que no ha pasado desapercibido por algunos de los medios tradicionales y que han abordado esta estrategia de los jóvenes contra el uribismo.

Cabe resaltar que no es la primera vez que las y los fans del K-pop toman partido frente a una coyuntura política y, con las armas que tienen en las redes sociales, logran emplear a favor de su causa  los algoritmos y restarle importancia a los bulos de las voces desinformantes. En anteriores protestas, como en Tailandia y Estados Unidos, las y los fans tuvieron mucho que ver en volver tendencia global lo que sucedía en el país del sudeste asiático y en Norteamérica, dándole visibilidad a la represión, al tiempo que dejaban por fuera los intentos del gobierno de dicho país de crear una matriz de tendencias para lavar su imagen a modo de un lavado de activos.

¿Por qué ahora y no antes?

Podríamos decir que el movimiento de K-pop ha venido creciendo lentamente desde 2007, siendo en muchos casos menospreciado y burlado por seguidores de otros géneros y otros colectivos de fandoms (club de fans) contemporáneas, cosa que a la inmensa mayoría de fans de este género poco le interesaba. Pero, al volverse un movimiento que creció en redes sociales y al estar conectados a internet prácticamente todo el día, chicas y chicos fueron desarrollando habilidades para dar apoyo y soporte a sus grupos a través de estos medios.

Pero solo hasta hace tres años, hemos podido decir que la cantidad de seguidores e influencia de estos ha tenido suficiente poder como para generar acciones visibles para el público no seguidor del K-pop, como la celebración de los cumpleaños de los miembros de sus grupos, donde las fans lograron que las fotos o videos de sus idols fueran expuestas en vallas publicitarias de centros comerciales y calles o, en el caso de Medellín, en estaciones del metro.

Ese poder se organiza desde redes sociales como Twitter, así que no es de extrañar que estos chicos y chicas sepan muy bien cómo contrarrestar las bodegas pagadas de cualquier político. De hecho, durante el Paro Nacional de 2019, los fans del K-pop del país también hicieron algo similar, aunque con menos alcance y éxito del actual, ya que no todos los fandoms de los artistas se comprometieron de igual manera en esa ocasión, como si lo hicieron este año.

De las banderas revolucionarias del punk y el      rock al K-pop

Para nadie es un secreto que las y los k-popers no son los primeros seguidores de un género musical que toman fuerza de su música y de sus artistas para levantar la voz contra gobiernos cuando es necesario. Tradicionalmente desde los 70, 80 y 90 en Colombia, los géneros musicales que que predominaban en  las protestas sociales eran el punk y el rock; aunque no era solo acá, sino prácticamente en toda América Latina.

Pero      en las últimas décadas, estos géneros han ido cayendo en una especie de declive debido, entre varias otras razones, a que sus seguidores median una edad de 40 años; mientras que los de otros géneros, como el K-pop y la música urbana, rondan una media de 20 años.  Y aunque el K-pop no es tan contestario en su propio contenido como el punk o el rock, sí logra conectar al mismo nivel con los fans como lo otrora hacían estos géneros, creando un efecto masivo en sus eventos.

Los punkeros y rockeros tradicionalmente estaban en la primera línea de confrontación contra las diferentes formas de opresión estatal. Ese rol no parece haber cambiado con los años, ya que en cada marcha y protesta uno puede verlos siempre en la línea de fuego. Ahora las y los kpopers, usualmente personas entre los 14 a 20 años de edad (sin desconocer que hay fans de K-pop mayores de 25), toman la primera línea de ataque y defensa desde la virtualidad, pasando horas creando y compartiendo contenidos que les resten relevancia a las tendencias oficialistas;  al tiempo que contribuyen a exponer lo que acontece. Las fans se convierten, así sean de otros grupos, en una gran armada.

La más numerosa de estas fandoms son los ARMY.

Aunque tal vez muchos no comprendan, ARMY es uno de los fandom mejor organizados del mundo. Este fandom pertenece al grupo surcoreano BTS y fue uno de los primeros en comenzar a organizarse para atacar las tendencias uribistas durante el actual Paro Nacional en Colombia. Los que no son seguidores del K-pop pensarán que es un ejército de saboteadores, pero nada más lejos de la verdad: las y los fans de BTS, pese a que llegan a ser temibles y en muchos casos no aceptan de buena manera la crítica, son un grupo con una gran capacidad organización y compromiso.

Pero, si bien ARMY fue el fandom que se organizó más rápidamente, no es el único. STAY  (fandom de Stray Kids), Blink (fandom de Blackpink), Ah Ga Se (fandom de Got7), AROHA (fandom de ASTRO), entre otros fandoms de grupos coreanos, se han ido sumando para evitar que el uribismo pueda imponer tendencias. Por otro lado y     , tal como lo menciona Anonymous, los fans del K-pop se han vuelto la primera línea de ataque y defensa digitales contra gobiernos dictatoriales en el mundo. Y tiene todo el sentido, ya que han logrado doblegar a las bodegas que buscan afianzar una matriz informativa oficialista, porque estos fans saben muy bien cómo llevar a sus grupos a lo más alto y cómo llevar sus pueblos a no doblegarse.