“… me pidió que le enseñara a ser como yo, quería desaparecer de las entradas de los almacenes…”
“Boca arriba sintió el peso de un ser pegado a su pecho, el cual lo agitaba con una velocidad inhumana mientras se resbalaba en las piedras por la sangre de su espalda”.
“Ser como agua o como ola, eso quería: ser mundo entero al flotar, ser todas las playas, ser la flota entera que navega, eso quise yo”.
“(…) ya se ha acostumbrado a verme convertido en insecto cada mañana dominical”.
La ciudad, escenario del asombro, la dureza, la inocencia. Tres cuentos de Medellín, que la muestran tal como es.
“El cuerpo se movía al ritmo de la corriente bajo el agua, como si fuera el corazón de la isla, y así el último hilo se confundió entre los matorrales”
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